Autonomía financiera: un ratio menospreciado.

Las pequeñas empresas, los autónomos empresarios, todas esas empresas que suponen alrededor del 99,00 % del total de empresas españolas, (y eso sin contar las empresas medianas), suelen tener un problema de formación financiera.

Es como si endeudarse no tuviese importancia. La mayoría de estas empresas no vigilan su endeudamiento, no vigilan su autonomía financiera.

Este ratio es muy difícil de calcular en estas empresas, no porque sea un ratio complejo en sí mismo, sino porque las variables que lo componen, en raras ocasiones contienen el importe fiel a su naturaleza. Sobre todo, el numerador:


Porque, ¿cómo fiarse de lo que nos dicen en su contabilidad los empresarios autónomos como recursos propios? (Eso contando con que lleven una contabilidad financiera).

Es más, seguro que se encuentran tan a menudo como me encuentro yo, con los típicos balances de situación en los que los recursos propios son los típicos 3.000,00€ de la constitución y, muy poco más.

Sin embargo, este es un ratio de los más importantes para afrontar cualquier tipo de inversión en los que se necesite financiación ajena; las entidades financieras complementan el ratio del apalancamiento con éste.

Es un ratio que obliga a estudiar la estructura del negocio y su capacidad de generar beneficios en el mercado sectorial de la empresa. No hay un valor óptimo; éste, dependerá de unas variables en su comparación con las medias del sector: la estructura y el margen de beneficio.

Este ratio condiciona, (desde mi punto de vista incluso más que el de apalancamiento), la capacidad de endeudamiento del negocio. Y esto es algo en lo que se fijan mucho las entidades financieras.

Un desequilibrio en este ratio, que mide el grado de autonomía financiera, puede llevarnos a situaciones irreversibles, si el apalancamiento pasa a tener valores negativos.

No olvidemos este ratio y, sobre todo, no lo menospreciemos pensando que con la medida y el control del apalancamiento es suficiente.

Debemos elevar el uso de este ratio en las pequeñas empresas, al nivel de imprescindible, sea cual sea el tamaño de la empresa o el negocio. Y, debemos hacer entender al empresario, que sin un buen grado de autonomía financiera, no debe pedir créditos, porque entones no es el negocio el que garantiza la devolución de los créditos: son los bienes personales y familiares del empresario.

Como siempre, ahora veamos la cita semanal, en esta ocasión es un proverbio:
Excava el pozo antes de que tengas sed.

Y también como siempre, el video musical de la semana, porque ya sabéis que la música debe acompañarnos siempre. Y esta semana, recordaréis esta canción, casi casi, sin daros cuenta estaréis tarareándola.


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